THE ART OF GOODYEAR

En 1872 Charles Goodyear inventó una máquina capaz de producir el cosido solidario de la vira a la palmilla revolucionando la calidad del calzado en todo el mundo. Su apellido dio nombre a este sistema de construcción de calzado.

Más de 60 artesanos son los implicados en el proceso de fabricación de los zapatos Goodyear, llegando a necesitar hasta 4 días en su elaboración, haciendo uso de entre 25 y 50 elementos y piezas diferentes. Todo para conseguir un proceso con más de 120 fases, artesanales de principio a fin.

“Si caminamos lo suficiente, alguna vez llegaremos a alguna parte”
(El maravilloso mago de Oz - L. Frank Baum)


 

 


El zapato Goodyear ofrece muchas ventajas pero todo experto coincidirá en que su principal baza es la durabilidad.  La superposición de elementos, el aislamiento interior, el doble cosido de suela y si a todo ello le sumamos el uso de pieles de vacuno de la mejor selección de cuero ,dan como resultado un calzado con una resistencia y durabilidad sin paragón. Sin embargo, lo que caracteriza a los zapatos  realizados con esta construcción es su flexibilidad y ligereza. Gracias al estudio de la liviandad de todos los componentes y la innovación en las plantillas y empalmillado, se consigue como resultado final uno de los zapatos Goodyear más ligeros y flexibles del mercado. Su elaboración implica necesariamente mano de obra y maquinaria especialmente cualificada, formada durante años, razón por la cual este producto es considerado un artículo exclusivo y de calidad contrastada. Sólo uno de cada cien zapatos que se fabrican en el mundo lo hacen de esta manera.



Un hilo de 8 cabos entrelazados e impregnado en resina atraviesa hasta 300 veces, deslizándose en forma de puntada, a través de la vira y palmilla formando un sólido conjunto capaz de aislar nuestros pies de todo agente externo, creando así el instrumento para caminar más robusto, resistente y práctico que el hombre ha sido capaz de concebir. El confort es garantizado por el diseño de hormas vanguardistas pero cómodas y amplias, así como la elección de pieles naturales curtidas , generalmente de origen vacuno, que nos ofrecen resistencia, cuerpo y flexibilidad.

El ritmo de vida de hoy día hace que nuestros pies necesiten descansar sobre un calzado confortable pero resistente, que no pierda su forma con facilidad, y esto tanto la construcción como los materiales implicados son el baluarte necesario para garantizar ese compromiso entre firmeza y comodidad que necesitamos. El sistema Goodyear, en comparación con otras soluciones, es el tipo de construcción perfecta para aquellos zapatos de largas puestas y uso intensivo sin por ello poner en riesgo la durabilidad de nuestro calzado.

Un zapato creado con este sistema, con un mantenimiento adecuado del mismo, puede aguantar más de 12.000 horas de uso, lo que equivale, al menos, a 8 años de uso habitual. Esto nos demuestra que si compramos un buen zapato Goodyear no sólo estaremos adquiriendo un producto exclusivo y de calidad sino toda una inversión de futuro para el bienestar de nuestros pies, que recordemos son la base de todo nuestro cuerpo. Y eso es lo que hemos pensado cuando decidimos embarcarnos en esta aventura probablemente sin saber que paso a paso, y zapato a zapato, conseguiremos ser una de las referencias en nuestro país dentro de la industria del calzado.

Tradicionalmente la construcción Goodyear ha estado relacionada con el zapato clásico, quizás dirigido a aquellos clientes que sabían apreciarlo. De esta forma se ha conseguido llevar el Goodyear a un estilo mas casual y desenfadado, acercando este tipo de producto y calidad a todos aquellos clientes que no estaban dispuestos a renunciar al diseño e innovación.

Lo que solemos considerar más representativo de este sistema de construcción es el cosido doble de la vira y palmilla. Sin embargo, no menos importante es la inclusión del cambrillón de madera, que dota al zapato del equilibrio y rigidez necesarios. La aplicación de la pasta de corcho es algo que, con suerte, jamás veremos en nuestro zapato pero gracias al cual conseguimos algo tan esencial como amortiguar la pisada y aislar nuestro pie de todo agente externo. O el acabado interior del forro y plantilla que además de conseguir mejorar la comodidad y calce, estéticamente remata todo el trabajo artesano previo.


Detalles que gozan de especial importancia siendo, a simple vista, parte de ese aspecto diferenciador que les caracteriza dentro de la industria y en comparación con otras firmas de calzado. Elementos que pueden parecer nimios y en los que cabría esperar por parte de cualquier empresa el más mínimo ahorro, cobran sentido haciendo que esa heterogénea mezcolanza de piel, cuero, corcho, madera, pegamento e hilos se conviertan en un calzado único que acompañe a su portador durante muchos años.

fuente: Lottusse 


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